5. (Su padre) dijo: “¡Hijo mío! No cuentes tu sueño a tus hermanos, pues podrían conspirar contra ti. En verdad, el Demonio es un enemigo declarado del hombre.
6. Así es como tu Señor te ha escogido y te enseñará la interpretación de los sueños, y completará Su gracia sobre ti (haciendo de ti un Profeta) y sobre la familia de Jacob, como ya hiciera con tus antepasados Abraham e Isaac. Ciertamente, tu Señor es Sabio y Omnisciente”.
7. En José y sus hermanos hay, en verdad, una lección y pruebas sobre el poder y la sabiduría de Al-lah para quienes preguntan (acerca de su historia).
8. Recuerda cuando (los hermanos de José) se dijeron entre sí: “Nuestro padre ama a José y a su hermano (pequeño de madre, Benjamín,) más que a nosotros, mientras que nosotros somos un grupo fuerte y numeroso. Ciertamente, nuestro padre está en un claro error.
10. Uno de ellos dijo: “No maten a José. Arrójenlo a un pozo donde pueda encontrarlo alguna caravana (que se lo lleve lejos como esclavo), si están decididos a hacerlo”.
11. (Entonces se dirigieron a su padre y le) dijeron: “¡Oh, padre!, ¿por qué no nos confías a José si nosotros nos preocupamos por él y queremos su bien?
15. Y cuando se llevaron a José habiendo acordado arrojarlo al fondo de un pozo, le revelamos: “Un día les recordarás lo que hicieron y no te reconocerán”.
17. Dijeron: “¡Oh, padre!, nos pusimos a hacer carreras y dejamos a José con nuestras pertenencias, y un lobo se lo comió; y no vas a creernos a pesar de que decimos la verdad”.
18. Y le mostraron la camisa de José manchada de una sangre falsa. (El padre) dijo: “¡No (no es cierto lo que dicen)!, algo malo han tramado contra él[388]. Seré paciente. Al-lah es mi único consuelo ante lo que cuentan (pues solo a Él puedo pedirle ayuda)”.
[388] Su padre, Jacob, sabía que mentían, pues la camisa no estaba desgarrada.
19. Y llegó una caravana (de viajeros) y mandaron a unos por agua. Cuando echaron el cubo en el pozo, uno de ellos dijo: “¡Buenas noticias! ¡Aquí hay un niño!”. Y ocultaron la verdad sobre José (al resto de la caravana) con la intención de venderlo como una mercancía[389]. Pero Al-lah sabía bien lo que hacían.
[389] Otra interpretación es que fue un hombre solo por agua, mientras los hermanos de José contemplaban lo que sucedía. Entonces ellos informaron al aguador de la presencia del niño, cuya verdadera identidad ocultaron para venderlo como si fuera una mercancía, mientras que José no dijo nada por miedo a que sus hermanos lo mataran. Según esta interpretación, fueron los hermanos de José quienes lo vendieron por unas pocas monedas para deshacerse de él.
20. Y lo vendieron por un bajo precio, por unas pocas piezas de plata[390], pues consideraban a José insignificante.
[390] La palabra usada en árabe es dirham, que en aquella época se utilizaba para designar piezas de plata de uso común en Egipto. La moneda conocida como“dírham” aún no existía por aquel entonces.
21. El egipcio que lo compró le dijo a su mujer: “¡Haz que su estancia (entre nosotros) sea confortable! Puede que nos sea de utilidad o que lo adoptemos como hijo”. Así es como establecimos a José en la tierra de Egipto y le enseñamos la interpretación de los sueños. Nadie puede evitar que se cumpla la voluntad de Al-lah, pero la mayoría de la gente no lo sabe.
23. Y la señora de la casa intentó seducirlo y cerró las puertas. Entonces le dijo: “¡Ven a mí!”. Él contestó (rechazándola): “¡Que Al-lah me proteja! Mi amo (tu marido) me ha tratado siempre bien (no voy a traicionarlo). En verdad, los injustos no triunfarán”.
24. Y ella lo deseó, y él habría accedido de no haber visto una señal de su Señor. Y así alejamos de él el mal y la indecencia. Ciertamente, él era uno de Nuestros siervos a los que escogimos (para transmitir Nuestro mensaje) y era sincero (en su adoración a Al-lah).
25. Y ambos corrieron hacia la puerta y ella le desgarró la camisa por detrás, y se encontraron con su marido en el umbral. Ella dijo (maliciosamente para alejar de ella cualquier sospecha): “¿Qué merece quien ha pretendido una mala acción contra tu mujer sino la cárcel o un castigo doloroso?”.
26. (José) dijo: “¡Ella fue quien intentó seducirme!”. Un miembro de la familia de ella dijo: “Si la camisa está desgarrada por delante, ella dice la verdad y él miente;
28. Y cuando (su marido) vio que la camisa estaba desgarrada por detrás, dijo: “Esta es una maquinación de las que hacen las mujeres. Ciertamente, sus maquinaciones son terribles.
30. Y algunas mujeres de la ciudad comentaban: “La mujer de Al Aziz[391] pretende seducir a su joven sirviente. Está loca de amor por él. Ciertamente, la vemos en un claro error”.
[391] Es el título que recibía entonces el ministro de Egipto.
31. Cuando ella supo lo que rumoreaban, les envió (unas invitaciones) y preparó un banquete, y entregó un cuchillo (bien afilado) a cada una de ellas (para que cortaran la comida). Entonces le dijo (a José): “Entra para que te vean”. Cuando lo vieron, exaltaron (su belleza) y se cortaron las manos con los cuchillos (sin darse cuenta), y dijeron (maravilladas): “¡Válganos Al-lah! Este no es un ser humano, sino un ángel noble”.
32. Entonces, ella dijo: “He aquí aquel por quien me criticaban. Y es cierto que quise seducirlo, pero él se resistió. Mas si no hace (ahora) lo que le ordeno, será encarcelado o humillado”.
33. (José) invocó a Al-lah diciendo: “¡Señor!, prefiero la cárcel a lo que me piden; y si no apartas de mí lo que traman, cederé y seré de los ignorantes”.
36. Y entraron con él a la cárcel dos jóvenes. Uno de ellos le dijo (a José): “Me he visto (en sueños) prensando uva”. Y el otro le dijo: “Yo he visto (en sueños) que llevaba pan sobre la cabeza y que los pájaros comían de él. Explícanos su interpretación, pues vemos que eres un hombre de bien”.
37. (José) respondió: “Antes de que les traigan la comida que les proporcionan, les habré contado su interpretación, pues es parte de lo que mi Señor me ha enseñado. (Sepan que) me he desentendido de la religión de quienes no creen en Al-lah y niegan la otra vida,
38. y sigo la religión de mis antepasados Abraham, Isaac y Jacob. No podemos adorar a otros equiparándolos con Al-lah (sino que debemos adorarlo solo a Él). Esta es una gracia[392] de Al-lah para nosotros y para la humanidad, pero la mayoría de la gente es desagradecida.
[392] Al-lah reveló a los profetas que ellos y los seres humanos debían adorarlo solo a Él, y por eso les ordenó exhortar a la gente con este fin. La gracia que Al-lah ha concedido a Sus siervos es la de haberles enviado a Sus mensajeros para guiarlos hacia el verdadero camino del monoteísmo.
40. Lo que adoran fuera de Él no son sino nombres que ustedes mismos y sus antepasados han inventado (con los que nombran a sus ídolos) sin la autorización de Al-lah. El poder de decretar pertenece solo a Al-lah, y ha ordenado que se Lo adore solo a Él. Esa es la religión recta y verdadera, pero la mayoría de la gente no lo sabe.
41. ¡Compañeros de prisión!, con respecto a sus sueños, uno de ustedes (saldrá libre) y servirá vino a su señor (volviendo a gozar de su gracia), y el otro será clavado en un madero y los pájaros comerán de su cabeza. Lo que me han preguntado está ya decidido”.
42. Y (José) dijo a quien creía que se salvaría de los dos: “¡Háblale de mí a tu señor!”. Mas el Demonio hizo que se olvidara, y (José) permaneció en la cárcel durante unos años.
43. Y dijo el rey[393] (de Egipto): “Veo en mis sueños que siete vacas gordas son devoradas por siete flacas, y veo también siete espigas verdes y siete secas. ¡Ustedes, mis dignatarios!, díganme qué significa, si pueden interpretar los sueños”.
[393] Cabe mencionar que en la época en la que vivió José (en el Segundo Periodo Intermedio del Antiguo Egipto entre 1674 y 1553 a. C.), en el Bajo Egipto reinaban los reyes hicsos, mientras que los faraones no aparecieron hasta la dinastía 18 del Imperio Nuevo (entre 1353 y 1348 a. C.). La Biblia, no obstante, habla del faraón de Egipto en tiempos del Profeta José —que la paz de Al-lah esté con Él—. Este es un dato anacrónico que no aparece en el Corán y que demuestra a los orientalistas que creen que Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— es el autor del Corán que él no lo copió de las Escrituras anteriores, porque no podía haber corregido ese dato al carecer de tal conocimiento histórico.
45. Y el que (había sido compañero de José en la cárcel y) se había salvado se acordó de él al cabo de un tiempo y dijo: “Yo les informaré sobre su significado. Permitan que vaya (a ver a José)”.
46. (Cuando vio a José le dijo:) “José, tú que eres un hombre veraz, dime qué significan sietes vacas gordas devoradas por siete flacas, y siete espigas verdes y siete secas para que pueda regresar a mi gente y sepan (la respuesta)”.
47. (José) respondió: “Cultivarán la tierra durante siete años consecutivos, y lo que recolecten lo dejarán en su espiga, salvo una pequeña parte que consumirán.
48. Después vendrán siete años duros en los que consumirán lo que habían almacenado para ellos, salvo una pequeña parte que habrán reservado (para sembrar).
50. El rey dijo: “¡Tráiganlo (a José) ante mí!”. Y cuando el emisario se presentó ante él, (José) le dijo: “Regresa a tu señor y pregúntale qué sucedió con las mujeres que se cortaron las manos. Ciertamente, mi Señor sabe bien lo que tramaban”.
51. (El rey las hizo comparecer y) les preguntó: “¿Qué pasó cuando intentaron seducir a José?”. Estas contestaron: “¡Válganos Al-lah! No hizo nada malo que supiéramos”. La mujer de Al Aziz dijo entonces: “Ahora la verdad saldrá a la luz (para todos). Yo fui quien intentó seducirlo, y él dice la verdad.
52. Esto es para que se sepa que yo no lo traicioné a sus espaldas y que Al-lah no deja que triunfen los planes de los traidores[394].
[394] Hay tres posibles interpretaciones acerca de estas palabras. Puede ser que las pronunciase la mujer de AlAziz confirmando que no llegó a traicionar a su esposo o que no traicionó a José, mientras este estuvo en la cárcel, acusándolo de algo que no hizo. También pudo pronunciarlas José para que su amo tuviera la certeza de que él no lo había traicionado con su esposa, aunque esta opción parece menos probable según el contexto.
53. Y no pretendo exculparme (de toda culpa), pues el interior del hombre lo incita al mal, salvo a quien recibe la misericordia de mi Señor. Ciertamente, mi Señor es Indulgente y Misericordioso”.
54. El rey dijo: “Tráiganme a José; lo destinaré a mi servicio”. Y cuando habló con él, le dijo: “Desde hoy ocupas entre nosotros un puesto de confianza”.
56. Y así es como le concedimos a José poder en el país para establecerse donde quisiera. Concedemos Nuestra misericordia a quien queremos, y no dejamos a quienes hacen el bien sin recompensa.
59. Y cuando les hubo suministrado las provisiones que necesitaban, les dijo: “(La próxima vez que vengan) traigan con ustedes a su hermano de padre (que dicen que tienen), pues ven que doy la medida cumplida de grano y que soy el mejor anfitrión.
62. Y dijo José a sus criados: “Pongan de nuevo sus mercancías en sus alforjas para que las reconozcan cuando lleguen a su familia y regresen[395]”.
[395] José quería asegurarse de que sus hermanos volvieran con Benjamín, y por ello les devolvió sus mercancías para que tuvieran algo para canjear la próxima vez que regresaran por más grano, pues sabía de las necesidades que padecía su familia, a la vez que quería mostrarles su generosidad para que no dudaran en volver.
63. Y cuando regresaron junto a su padre, dijeron: “¡Padre!, no nos suministrarán más alimentos (si no vamos con nuestro hermano). Envíalo con nosotros para que nos aprovisionen, nosotros lo cuidaremos de verdad”.
64. Dijo (el padre): “¿Cómo podría confiárselos después de que les confiara a su hermano con anterioridad (e hicieron con él lo que hicieron)? Al-lah es el mejor protector y el más Misericordioso”.
65. Y cuando abrieron sus pertenencias encontraron que sus mercancías les habían sido devueltas. Dijeron: “¡Padre!, ¿qué más podemos desear? Estas son nuestras mercancías y nos han sido devueltas. Conseguiremos más provisiones para nuestra familia, protegeremos a nuestro hermano y obtendremos la carga de un camello más; será fácil obtenerla”.
66. (El padre) dijo: “No lo enviaré con ustedes hasta que juren solemnemente por Al-lah que regresarán con él, a menos que puedan con todos ustedes”. Y cuando hubieron jurado, les dijo: “Al-lah es testigo de cuanto hemos dicho”.
67. Y dijo: “¡Hijos míos!, no entren (en la ciudad) por una sola puerta, entren por puertas distintas (por su bien), (aunque) yo no puedo serles de ninguna utilidad ante lo que Al-lah haya dispuesto. El poder de decretar pertenece solo a Al-lah. A Él me encomiendo yo y quienes confían en Él”.
68. Y entraron por donde su padre les había ordenado, aunque ello no les habría servido de nada ante el designio de Al-lah y respondía solo a una necesidad interior que Jacob satisfizo (de proteger a sus hijos del mal de ojo). Ciertamente, poseía un gran conocimiento (de la religión) que le habíamos enseñado, pero la mayoría de la gente no posee este conocimiento[396].
[396] También puede entenderse que la mayoría de la gente ignora o ignoraba que Jacob poseyera dicho conocimiento.
69. Y cuando se presentaron ante José, este se aproximó a su hermano (Benjamín) y le dijo (a modo de secreto): “Yo soy tu hermano. No te aflijas por lo que hicieron (con nosotros)”.
70. Y cuando les hubo suministrado las provisiones, depositó la copa (de oro) con la que medía el grano en la alforja de su hermano. Luego se oyó a alguien gritar: “¡Ustedes, los de la caravana, son unos ladrones!”.
75. (Los hermanos de José) respondieron: “Podrán quedarse (en calidad de esclavo), como castigo, con aquel en cuyas alforjas se encuentre. Así es como retribuimos a los injustos”.
76. Y (José) empezó a registrar sus alforjas (sin encontrar nada), y finalmente extrajo la copa de la de su hermano (Benjamín). Así es como planeamos que José pudiera tomar a su hermano. No podía hacerlo según la ley del rey[397], a menos que Al-lah quisiera. Elevamos la posición de quien queremos. Pero hay Uno (Al-lah) que está por encima de todos los dotados de conocimiento.
[397] Según la ley del rey de Egipto, el castigo por robo no era el de convertirse en esclavo, sino el de ser golpeado o flagelado y pagar una cantidad equivalente al valor del objeto robado; por ese motivo José preguntó a sus hermanos qué castigo debería ser aplicado a quien robase para conseguir su propósito con la ayuda de Al-lah.
77. (Sus hermanos) dijeron (mintiendo): “Si ha robado, ya lo hizo un hermano suyo con anterioridad[398]”. Y José se contuvo y no reveló lo que pensaba. Dijo para sí: “Ustedes están en una situación peor, y Al-lah sabe bien lo que dicen”.
[398] Se referían al mismo José. Con esta acusación se desentendían de sus dos hermanos de padre, como si no tuvieran nada que ver con ellos, debido a la envidia que sentían por ambos hermanos al ser ellos dos los favoritos de Jacob.
78. (Sus hermanos) le dijeron: “¡oh, Al Aziz!, su padre es un anciano. Toma a cualquiera de nosotros en su lugar, pues vemos que eres un hombre de bien”.
79. José (respondió): “¡Que Al-lah nos proteja de tomar a otro que no sea aquel en cuyo poder encontramos lo que nos pertenecía! De lo contrario, seríamos injustos”.
80. Y cuando perdieron la esperanza de convencerlo, se retiraron para discutir en privado (la situación). El mayor de ellos dijo: “¿Han olvidado que nuestro padre nos hizo jurar por Al-lah (que regresaríamos con Benjamín) y que antes ya faltamos a la palabra que le dimos con respecto a José? Yo no dejaré esta tierra (de Egipto) hasta que mi padre me dé permiso para ello o Al-lah me juzgue, y Él es el mejor de los jueces.
81. Regresen a su padre y díganle: ‘¡Oh, padre!, tu hijo (Benjamín) ha robado (y ha sido tomado como esclavo en compensación), y solo damos fe de lo que sabemos, y no podíamos saber lo que iba a pasar (cuando juramos que volveríamos con él).
83. (El padre) dijo: “¡No, (no es cierto lo que dicen)!, algo malo han tramado contra él. Seré paciente, puede que Al-lah me los traiga a todos[399] de vuelta. Ciertamente, Él es el Omnisciente, el Sabio”.
[399] A José, Benjamín y al hermano que se quedó en Egipto y no quiso regresar sin el permiso de su padre.
87. ¡Hijos míos!, vayan e indaguen acerca de José y de su hermano (Benjamín), y no pierdan la esperanza de que Al-lah se apiade de ustedes. Ciertamente, solo se desesperan de Su misericordia quienes rechazan la verdad”.
88. Y cuando se presentaron ante José, dijeron: “¡Oh, Al Aziz!, nosotros y nuestra familia nos hemos visto afectados por el hambre y la adversidad, y apenas hemos traído mercancías para intercambiar. Abastécenos dándonos la medida completa y sé caritativo con nosotros. En verdad, Al-lah recompensa a quienes son caritativos”.
89. (José) les dijo (revelándoles su verdadera identidad): “¿Acaso no se acuerdan de lo que hicieron con José y con su hermano[400] cuando eran ignorantes?”.
[400] Con respecto a su hermano Benjamín, algunos comentaristas opinan que cuando separaron a ambos hermanos, después de lo que hicieron con José, no trataron bien a Benjamín, como tampoco lo defendieron cuando lo acusaron de robo y dijeron que ya había robado un hermano suyo con anterioridad, mostrando el poco afecto que sentían por ambos hermanos.
90. (Sus hermanos) dijeron: “¿Eres tú, en verdad, José?”. Dijo: “Sí, lo soy, y este es mi hermano. Ciertamente, Al-lah nos ha agraciado (reuniéndonos de nuevo). (Que sepan) quienes tienen temor de Al-lah y son pacientes que Al-lah no deja sin recompensa a quienes hacen el bien”.
95. (Quienes estaban presentes junto con el padre) le dijeron: “¡Por Al-lah! ¡Sigues en tu antiguo error (de no querer olvidar a José por el amor que le tenías)!”.
96. Y cuando el portador de las buenas noticias llegó, puso la camisa sobre el rostro (de Jacob) y este recobró la vista. Dijo (Jacob): “¿No les dije que sabía de Al-lah lo que ustedes ignoraban?”.
99. Y cuando (toda la familia) se presentó ante José, este tomó a sus padres cerca de él y les dijo: “Entren (y establézcanse) en Egipto. Si Al-lah quiere, no tendrán aquí nada qué temer”.
100. E hizo que sus padres tomaran asiento (cerca de él) en un lugar honorable, y (entonces) ellos y sus hermanos se postraron ante él (en señal de respeto, como se hacía entonces con los reyes). Y dijo (José): “¡Padre mío, esta es la interpretación del sueño que tuve hace tiempo! Al-lah ha hecho que se cumpla. Y, ciertamente, me agració cuando me liberó de la prisión y los trajo del desierto después de que el Demonio sembrara la discordia entre mis hermanos y yo. En verdad, mi Señor es Benévolo con quien quiere, y Él es el Omnisciente, el Sabio”.
101. (Después, José invocó a su Señor diciendo:) “¡Señor!, me has concedido poder y me has enseñado la interpretación de los sueños. ¡Creador de los cielos y de la tierra!, Tú eres mi protector en esta vida y en la otra; haz que muera sometido a Ti y reúneme (en la otra vida) con los rectos y virtuosos”.
102. Esto es parte de las historias que desconocías (¡oh, Muhammad!) y que te revelamos. Y no estabas con (los hermanos de José) cuando prepararon su plan y lo llevaron a cabo[401].
[401] Mediante esta aleya, Al-lah —el Altísimo— quiere demostrar que Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— es un Profeta porque no podía haber conocido esta historia, salvo por medio de la revelación divina.
104. Y tú (¡oh, Muhammad!) no les pides ninguna remuneración (por trasmitirles el Corán). Este no es sino una exhortación para los mundos (de los hombres y de los yinn).
105. Y hay muchísimas pruebas (sobre la unicidad de Al-lah) que contemplan en los cielos y en la tierra, mas les dan la espalda (al no reflexionar sobre ellas).
108. Diles (¡oh, Muhammad!): “Este es mi camino. Tanto yo como quienes me siguen exhortamos a la religión de Al-lah con pruebas firmes. ¡Glorificado sea Al-lah! Y yo no soy de los idólatras”.
109. Y antes de ti (¡oh, Muhammad!), no enviamos como mensajeros Nuestros sino a hombres a quienes inspiramos Nuestra revelación (para que la transmitieran) a las gentes de sus propias ciudades. ¿Acaso no viajan por la tierra y ven cuál fue el final de quienes los precedieron (y reflexionan sobre ello)? Y la Última Morada (del Paraíso) junto a Al-lah es mejor para los piadosos. ¿Es que no razonarán?
110. Y cuando los mensajeros perdieron toda esperanza (de que sus respectivos pueblos creyeran) y pensaron que (los creyentes que los seguían) empezaban a dudar sobre la veracidad de sus palabras, llegó Nuestra ayuda y salvamos a quienes quisimos; y los pecadores idólatras no pueden evitar que Nuestro castigo se abata sobre ellos.
111. Ciertamente, en estas historias hay una lección para los hombres de buen juicio. (Este Corán) no es un relato inventado, sino que es la confirmación de lo que ya tenían (en los Libros Sagrados anteriores) y una explicación detallada de todas las cosas; es una guía y misericordia para quienes creen.
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GET / https://quranenc.com/api/v1/translation/aya/{translation_key}/{sura_number}/{aya_number} description: get the specified translation (by its translation_key) for the speicified aya (by its number sura_number and aya_number)
Parameters: translation_key: (the key of the currently selected translation) sura_number: [1-114] (Sura number in the mosshaf which should be between 1 and 114) aya_number: [1-...] (Aya number in the sura)
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json object containing the "sura", "aya", "translation" and "footnotes".