ߞߘߐ ߟߎ߬ ߘߟߊߡߌ߬ߘߊ߬ߟߌ ߟߝߊߙߌ ߘߏ߫ 14 ߝߐߘߊ ߘߏ߫ ߛߊ߲ߜߊߟߌߡߊ - ߊߛߌߔߊ߲ߞߊ߲ ߘߟߊߡߌߘߊ - ߊ߳ߺߌ߯ߛߊ߯ ߜ߭ߊߙߑߛߌߦߊ߯ ߓߟߏ߫߫ - ߞߎ߬ߙߣߊ߬ ߞߟߊߒߞߋ ߔߘߋߞߎ

ߟߝߊߙߌ ߘߏ߫: 14

لَهُۥ دَعۡوَةُ ٱلۡحَقِّۚ وَٱلَّذِينَ يَدۡعُونَ مِن دُونِهِۦ لَا يَسۡتَجِيبُونَ لَهُم بِشَيۡءٍ إِلَّا كَبَٰسِطِ كَفَّيۡهِ إِلَى ٱلۡمَآءِ لِيَبۡلُغَ فَاهُ وَمَا هُوَ بِبَٰلِغِهِۦۚ وَمَا دُعَآءُ ٱلۡكَٰفِرِينَ إِلَّا فِي ضَلَٰلٖ

14. Solo Él tiene el verdadero derecho a ser invocado^[1], y aquellos [ídolos] que invocan en lugar de Dios no podrán responder sus súplicas. [Su ejemplo] es como quien extiende sus manos [frente a un pozo profundo de agua] creyendo que ésta vendrá a su boca, pero esto es imposible. Las súplicas [a los ídolos] de los que se niegan a creer son en vano.

[1] La súplica es la expresión misma de la adoración. Por eso dijo el Profeta Mujámmad r: “La súplica es la adoración por excelencia”.