4. como guía para la gente, y reveló el criterio por el cual se discierne lo verdadero de lo falso[1]. Quienes no crean en la palabra de Dios tendrán un castigo severo. Dios es Poderoso y Señor de la retribución Justa.
7. Él es Quien te ha revelado el Libro [¡Oh, Mujámmad!]. En él hay versículos categóricos de significado evidente, que son la base del Libro, y otros que aceptan interpretaciones. Los que tienen el corazón extraviado siguen solo los interpretables con el fin de sembrar la discordia y hacer una interpretación interesada. Pero Dios conoce su verdadero significado. Los que tienen un conocimiento afirmado, dicen: “Creemos en todos los versículos por igual, todos proceden de nuestro Señor. Aunque solo los dotados de intelecto tienen esto presente[1].
[1] En lengua árabe el término muhkam محكم significa perfeccionado y claro. En este sentido todo el Corán es muhkam, ya que a través de sus versículos, puede distinguirse lo verídico de lo falso. El término mutashabih متشابه significa que tiene más de un sentido, uno que concuerda con el muhkam y otro que no. La metodología correcta según este versículo implica interpretar los versículos de esta categoría con base en los versículos muhjkam. Quien hace lo contrario, comete un gran error que lo llevará al desvío. Los “arraigados en el conocimiento” son los que siguen el camino de la Verdad, interpretando los versículos mutashabih basados en los versículos muhjkam. En cambio, quienes buscan interpretaciones rebuscadas basándose solamente en su comprensión y pasión, se desvían y desvían a otros. Dijo el Profeta Mujámmad r después de recitar este versículo: “Cuando vean a los que buscan recurrir a los versículos mutashabih, tengan cuidado con ellos”. Registrado por Al-Bujari.
11. Les sucederá lo mismo que a la gente del Faraón y quienes les precedieron. Ellos desmintieron Mis signos. Pero Dios los castigó por sus pecados. Dios es severo en el castigo.
13. Ya fue una clara evidencia los dos grupos que se enfrentaron [en la batalla de Báder]: uno combatía por la causa de Dios y el otro la rechazaba. Este último, al ver el grupo de creyentes, le pareció [milagrosamente] que era dos veces más numeroso de lo real. Dios fortalece con Su auxilio a quien Él quiere. En ello hay una enseñanza para quienes observan con atención.
14. Se encuentra en el corazón de las personas la inclinación por los placeres: las mujeres, los hijos, la acumulación de riquezas en oro y plata, los caballos de raza, los ganados y los campos de cultivo[1]. Ese es el breve goce de esta vida, pero lo más hermoso se encuentra junto a Dios.
[1] Ese es el conjunto de lo que ama el ser humano: una mujer en el caso del hombre, y un hombre en el caso de la mujer; hijos que llenen de alegría el hogar, riquezas con las que obtener lujos, los mejores medios de transporte y empresas que le generen riqueza y bienestar.
15. Di: ¿Quieren que les informe sobre algo mejor que los placeres mundanos? Aquellos que tengan temor de Dios encontrarán junto a su Señor jardines por donde corren los ríos, con esposas inmaculadas, donde obtendrán la complacencia de Dios por toda la eternidad. Dios conoce a Sus siervos,
18. Dios atestigua, y con Él los ángeles y los dotados de conocimiento, que no existe más divinidad que Él, y que Él vela por la justicia [y mantiene el equilibrio]. No hay otra divinidad salvo Él, el Poderoso, el Sabio.
19. Para Dios la verdadera religión es el Islam[1]. Los que habían recibido el libro anteriormente discreparon por soberbia a pesar de haberles llegado la revelación. Quienes rechacen los signos de Dios, sepan que Dios es rápido en ajustar cuentas.
[1] Islam إسلام en el idioma del Corán, no es el nombre de una religión en particular, sino que es el nombre de la religión común de monoteísmo, devoción y comportamiento social correcto que predicaron todos los Profetas.
20. Si te discuten [¡Oh, Mujámmad! acerca de tu mensaje], diles: “Me entrego sinceramente a Dios y así hacen quienes me siguen”. Y pregúntales a quienes recibieron el Libro y a los analfabetos [árabes paganos]: “¿Han aceptado el Islam [sometiéndose a Dios]?” Si lo aceptan habrán seguido la guía, pero si lo rechazan, tú solo tienes la obligación de transmitirles el mensaje. Dios conoce a Sus siervos.
24. Eso es porque dicen: “El fuego no nos tocará más que por días contados”[1]. Las falsas creencias que ellos mismos inventaron terminaron apartándolos de su religión.
[1] La posición judía mayoritaria actual es que el Infierno es un lugar de purificación para el malvado, en el que la mayoría de los castigados permanece hasta un año, aunque algunos estarán eternamente”. Mishnah Eduyot 2:9, Shabbat 33ª.
25. ¿Qué será de ellos cuando los reunamos el Día inevitable, en el que cada individuo reciba lo que merece de acuerdo a sus acciones? No serán tratados injustamente.
26. Di: “¡Oh, Dios, [te imploro porque Tú eres] el Soberano Absoluto! Tú concedes el poder a quien quieres y se lo quitas a quien quieres, fortaleces a quien quieres y humillas a quien quieres. Todo el bien descansa en Tus manos. Tú tienes poder sobre todas las cosas.
27. Tú haces que la noche entre en el día y el día en la noche. Tú haces surgir lo vivo de lo muerto y lo muerto de lo vivo. Tú sustentas sin medida a quien quieres”.
28. Que los creyentes no tomen como aliados a los que niegan la verdad en lugar de a los creyentes. Quien así lo haga no tendrá nada que ver con Dios, a menos que lo haga para preservar la vida. Dios los exhorta a que Le teman a Él. Ante Dios comparecerán.
29. Di: “Tanto si ocultan cuanto hay en sus corazones como si lo manifiestan, Dios lo sabe”. Él conoce todo lo que hay en los cielos y en la Tierra. Dios tiene poder sobre todas las cosas.
30. El día que cada ser vea el registro de todo bien y de todo mal que haya producido, deseará que se interponga una gran distancia entre sí y ese momento. Dios los exhorta a que Le teman a Él. Dios es Compasivo con Sus siervos.
35. Cuando la esposa de ‘Imrán dijo: “¡Señor mío! He realizado el voto de entregar a Tu exclusivo servicio lo que hay en mi vientre. ¡Acéptalo de mí! Tú todo lo oyes, todo lo sabes”.
36. Y cuando dio a luz dijo: “¡Señor mío! He tenido una hija”, y Dios bien sabía lo que había concebido. “No puede servirte una mujer [en el templo] como lo habría hecho un varón. La he llamado María, y Te imploro que la protejas a ella y a su descendencia del maldito demonio”.
37. El Señor la aceptó complacido, e hizo que se educara correctamente y la confió a Zacarías. Cada vez que Zacarías ingresaba al templo la encontraba provista de alimentos, y le preguntaba: “¡María! ¿De dónde obtuviste eso?” Ella respondía: “Proviene de Dios, porque Dios sustenta sin medida a quien quiere”[1].
[1] Dios otorga dones extraordinarios a algunos de Sus siervos para honrarlos debido a su rectitud y firmeza en la fe. Se relata que María recibía frutos de invierno en verano, y frutos de verano en invierno, y por eso el asombro de Zacarías.
39. Entonces los ángeles lo llamaron cuando oraba en el templo diciendo: “Dios te anuncia el nacimiento de Juan, quien corroborará la Palabra de Dios, será noble, casto y un Profeta virtuoso”.
40. Exclamó: “¡Señor mío! ¿Cómo podré tener un hijo si soy anciano y mi mujer estéril?” Le respondió [el ángel]: “¡Así será! Porque Dios hace lo que quiere”.
41. Dijo [Zacarías]: “¡Señor mío! Dame una señal [de que me has concedido un hijo]”. Dijo Dios: “La señal será que durante tres días, no podrás hablar con la gente salvo por señas[1]. Adora mucho a tu Señor y glorifícalo al anochecer y al alba”.
[1] Durante tres días perdió la capacidad de hablar, y solo podía comunicarse por señas.
42. Y [recuerda] cuando los ángeles dijeron: “¡María! Dios te ha elegido por tus virtudes y te ha purificado. Te ha elegido entre todas las mujeres del mundo.
44. [¡Oh, Mujámmad!] Éstas son historias que te he revelado porque no eran conocidas [por tu gente]. Tú no estabas presente cuando sorteaban con sus plumas [de escritura] quién de ellos sería el tutor de María, ni tampoco cuando se lo disputaban.
45. Entonces los ángeles dijeron: “¡María! Dios te albricia con Su Palabra [¡Sea!], será conocido como el Mesías Jesús, hijo de María. Será noble en esta vida y en la otra, y se contará entre los próximos a Dios.
47. Dijo [María]: “¡Señor mío! ¿Cómo he de tener un hijo si no me ha tocado hombre?” Le respondió: “¡Así será! Dios crea lo que quiere. Cuando decide algo, solo dice: ¡Sea!, y es.
49. Y será Profeta para los hijos de Israel, a quienes dirá: “Les he traído un milagro de su Señor. Modelaré para ustedes un pájaro de barro. Luego soplaré en él y, con el permiso de Dios, tendrá vida. Con la anuencia de Dios, curaré al que nació ciego y al leproso, y resucitaré a los muertos. Les revelaré lo que comen y guardan dentro de sus casas. Esos milagros son suficientes para que crean en mí, si es que son creyentes.
50. He venido para confirmar [las enseñanzas originales de] la Torá y para permitirles algunas de las cosas que les estaban prohibidas. He venido con un milagro de su Señor. Tengan temor de Dios y obedezcan.
52. Pero cuando Jesús advirtió que su pueblo rechazaba la verdad, dijo: “¿Quiénes me ayudarán en mi misión de transmitir el Mensaje de Dios?” Dijeron los discípulos: “Nosotros te ayudaremos. Creemos en Dios. Atestigua [¡Oh, Jesús!] que solo a Él adoramos.
55. Cuando Dios dijo: “¡Oh, Jesús! Te haré morir [algún día como a todos, pero ahora] te ascenderé a Mí. Te libraré de los que rechazan la verdad y haré prevalecer a los que te han seguido por sobre los incrédulos hasta el Día de la Resurrección. Luego, todos volverán a Mí para que juzgue entre ustedes sobre lo que discrepaban.
61. Si te disputan acerca de esta verdad [la historia de Jesús] después de haberte llegado el conocimiento, diles: “¡Vengan! Convoquemos a nuestros hijos y a los suyos, a nuestras mujeres y a las suyas, y presentémonos todos. Luego invoquemos que la maldición de Dios caiga sobre los que mienten”.
64. Di: “¡Oh, Gente del Libro![1] Convengamos en una creencia común: No adoraremos sino a Dios, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie como divinidad fuera de Dios”. Pero si no aceptan digan: “Sean testigos de que nosotros solo adoramos a Dios”.
[1] Ahlul-kitab أهل الكتاب: El Corán usa este término para referirse a los judíos, los cristianos y los seguidores de toda religión originalmente revelada por Dios. El objetivo de llamarlos así es recordar el concepto de la creencia común en un solo Dios trascendente, el respeto a todos los Profetas y la obligación de obedecer las reglas establecidas por Dios.
66. Ustedes discuten sobre los asuntos de los que tienen conocimiento, aun teniendo la revelación. Pero ahora discuten sobre lo que no conocen siquiera. Dios sabe y ustedes no.
68. Los más cercanos a Abraham son los que siguen sus enseñanzas, así como el Profeta y los creyentes [musulmanes]. Dios es el Protector de los creyentes.
72. Miembros de un grupo de la Gente del Libro se dicen entre sí: “Al comenzar el día finjan creer en lo que se le ha revelado a los creyentes [el Islam], pero desacredítenlo al anochecer; tal vez así les sembremos dudas y renuncien a su fe”.
73. Y [dicen:] “no confíen sino en quienes siguen su religión”. Diles [¡Oh, Mujámmad!]: “La verdadera guía es la de Dios”. [Y dicen:] “No enseñen lo que han recibido para que nadie sea bendecido como ustedes, ni para que puedan argumentar en contra suya ante su Señor”. Diles [¡Oh, Mujámmad!]: “La gracia está en manos de Dios, y se la concede a quien Él quiere”. Dios es Inconmensurable, todo lo sabe.
75. Entre la Gente del Libro hay quienes, si les confías un gran tesoro te lo devuelven, y quienes si les confías una moneda te la devuelven solo después de pedírsela con insistencia. Eso es porque dicen: “No seremos recriminados por no cumplir con quienes no han recibido ninguna revelación”. Ellos inventan mentiras acerca de Dios a sabiendas.
77. Quienes vendieron por vil precio el compromiso que tomaron con Dios y faltaron a sus juramentos, no tendrán recompensa en la otra vida. Dios no les dirigirá la palabra ni los mirará ni los purificará el Día de la Resurrección, y tendrán un castigo doloroso.
78. Entre ellos hay quienes tergiversan el Libro cuando lo recitan para que ustedes crean que es parte de él, cuando en realidad no pertenece al Libro[1]. Y dicen que proviene de Dios, cuando en realidad no proviene de Dios. Inventan mentiras acerca de Dios a sabiendas.
[1] Manipulan frases en la colección de libros canonizados por los hombres llamada La Biblia, agregando significados que no son los originales, reinterpretando de manera conveniente para que coincida con sus gustos y deseos.
79. No es concebible que una persona a quien Dios concede el Libro, la sabiduría y la profecía, diga a la gente: “Ríndanme culto a mí, no a Dios”; [una persona así] dirá: “Sean gente de Dios ilustrada en su religión, que [practica y] enseña el Libro tal como lo ha aprendido”.
80. Tampoco les ordenaría que tomen como dioses a los ángeles y a los Profetas. ¿Acaso iba a ordenarles que fueran incrédulos siendo ustedes creyentes monoteístas?
81. Dios celebró un pacto con la Gente del Libro a través de los Profetas, diciéndoles: “Les concedo el Libro y la sabiduría, pero cuando se les presente un Mensajero que confirme lo que se les ha revelado, crean en él y préstenle auxilio. ¿Asumen tal compromiso?” Respondieron: “Sí, nos comprometemos”. Dijo Dios: “Entonces sean testigos, que Yo también atestiguaré con ustedes”.
83. ¿Acaso desean una religión diferente a la de Dios, siendo que quienes están en los cielos y en la Tierra se someten a Él por libre voluntad o por la fuerza? Y ante Él [todos] comparecerán.
84. Di: “Creemos en Dios y en lo que nos ha revelado, en lo que fue revelado a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob y a las doce Tribus, y en lo que de su Señor recibieron Moisés, Jesús y los Profetas. No hacemos distinción entre ninguno de ellos y somos creyentes monoteístas”.
85. Quien profese una religión diferente al Islam no le será aceptada, y en la otra vida se contará entre los perdedores[1].
[1] Este versículo se aplica a aquellas personas que escucharon el mensaje del Islam, y a pesar de haberlo comprendido correctamente, lo rechazaron, tal como lo evidencian los dos versículos siguientes. No es aplicable a aquella persona que jamás llegó a recibir el mensaje del Islam.
86. ¿Cómo habría Dios de guiar a quienes abandonan la fe luego de ser creyentes, siendo que fueron testigos de la veracidad del Mensajero y vieron las evidencias? Dios no guía a los injustos.
91. A los que rechazaron la verdad y los tomó la muerte siendo aún incrédulos, aunque ofrecieran como rescate todo el oro que hubiera en la Tierra, no les será aceptado. Ellos recibirán un castigo doloroso y no tendrán quién pueda socorrerlos.
93. Antes que fuera revelada la Torá, todos los alimentos eran lícitos para el pueblo de Israel, salvo lo que Israel[1] se había vedado a sí mismo. Diles: “Traigan la Torá y léanla, si es verdad lo que dicen”.
95. Di: “Dios dice la verdad. Sigan la religión de Abraham, que fue monoteísta y no se contó entre los que dedicaban actos de adoración a otros además de Dios”.
97. Allí hay signos evidentes, como el sitial de Abraham. Quien ingrese en él estará a salvo. Es obligatorio para las personas peregrinar a este templo si se encuentran en condiciones [físicas y económicas] de hacerlo. Pero quien niegue lo que Dios ha prescrito, sepa que Dios no necesita de Sus criaturas.
99. Di: “¡Oh, Gente del Libro! ¿Por qué intentan conscientemente dificultar el camino al Islam a los que quieren abrazarlo, desfigurando su imagen real, haciéndolo pasar por tortuoso?” Dios no está desatento a lo que hacen.
101. ¿Cómo podrían ustedes abandonar la fe cuando se les recitan los preceptos de Dios, y Su Mensajero se encuentra entre ustedes? Quien se aferre a Dios será guiado al camino recto.
103. Aférrense todos a la religión de Dios y no se dividan en sectas. Recuerden la gracia de Dios cuando los hermanó uniendo sus corazones siendo que eran rivales unos de otros, y cuando se encontraban al borde de un abismo de fuego, los salvó de caer en él. Así les explica Dios Sus signos para que sigan la verdadera guía.
105. No sean como aquellos que después de haber recibido las pruebas claras, discreparon y se dividieron en sectas[1]. Ésos tendrán un castigo severo.
[1] El Profeta Mujámmad r aclaró este concepto diciendo: “Se dividieron los judíos en setenta y una sectas, se dividieron los cristianos en setenta y dos sectas, y se dividirá esta comunidad en setenta y tres sectas, todas ellas merecen el fuego excepto una”; le fue preguntado: “¿Quiénes son, Mensajero de Dios?” dijo: “Los que siguen el mismo camino que yo y luego mis compañeros”. Registrado por At-Tirmidhi, Abu Dawud e Ibn Mayah, el Sheij Al-Albani lo clasificó como auténtico. Es decir: aquellos que sigan la enseñanza y metodología del Profeta y sus compañeros.
106. El Día del Juicio unos rostros estarán radiantes y otros ensombrecidos. A aquellos cuyos rostros estén ensombrecidos se les dirá: “¿Han rechazado la verdad luego de haber creído? Sufran el castigo como consecuencia de su incredulidad”.
110. [¡Musulmanes!] Son la mejor nación que haya surgido de la humanidad porque ordenan el bien, prohíben el mal y creen en Dios. Si la Gente del Libro creyera, sería mejor para ellos; algunos de ellos son creyentes, pero la mayoría son desviados.
112. Dondequiera que se encuentren deberán soportar la humillación, excepto amparados según lo establecido por Dios o por un pacto con los hombres. Cayeron en la condena de Dios y la miseria se ha abatido sobre ellos por no haber creído en los signos de Dios y por haber matado injustamente a los Profetas, por haber desobedecido y violado la ley.
113. Pero no todos los de la Gente del Libro son iguales. Entre ellos hay quienes se mantienen fieles [a las enseñanzas originales, y al conocer el Islam lo siguen], pasan la noche recitando los versículos de Dios y prosternándose.
114. Creen en Dios y en el Día del Juicio Final, ordenan el bien, prohíben el mal y se apresuran a realizar buenas obras. Ésos se contarán entre los virtuosos.
116. En cambio, a los que rechacen la verdad, ni sus riquezas ni sus hijos les servirán de nada ante Dios. Serán condenados al Infierno, donde morarán eternamente.
117. [De nada les servirán] las caridades que ellos hacen en esta vida mundanal [porque la incredulidad las destruye] como un viento frío que azota una cosecha de gente que ha sido injusta, y la destruye. Pero Dios no ha sido injusto con ellos, sino que ellos lo han sido consigo mismos.
118. ¡Oh, creyentes! No tomen por confidentes a quienes no sean como ustedes, porque los que rechazan la verdad se esforzarán para corromperlos, porque desean verlos en la ruina. Ya han manifestado su odio con palabras, pero lo que ocultan sus corazones es peor aún. Les he mostrado las evidencias de su enemistad, para que reflexionen.
119. Ustedes los aman a ellos, porque creen en todas las revelaciones, pero ellos no los aman a ustedes. Cuando se encuentran con ustedes dicen: “¡Somos creyentes!” Pero cuando están a solas se muerden los dedos por la rabia que sienten contra ustedes. Di: “Muéranse de rabia”. Dios sabe bien lo que encierran los corazones.
120. Cuando ustedes prosperan, ellos se afligen; pero cuando les sobreviene un mal, se alegran. Si ustedes son pacientes y tienen temor de Dios, sus intrigas no les harán ningún daño. Dios sabe bien lo que ellos hacen.
121. Y recuerda [¡Oh, Mujámmad!] cuando al alba saliste de tu hogar para asignar a los creyentes sus posiciones en el campo de batalla. Dios todo lo oye, todo lo sabe.
123. Dios los socorrió en Báder[1] cuando estaban en inferioridad de condiciones. Tengan temor de Dios, en señal de agradecimiento.
[1] La batalla de Báder غزوة بدر tuvo lugar el 13 de marzo de 624 (el 17 de Ramadán del segundo año después de la Hégira en el calendario musulmán) en la región de Hiyaz en la actual Arabia Saudita. Fue una batalla clave en los primeros tiempos del Islam y un punto de inflexión en el enfrentamiento entre los creyentes y sus perseguidores. Gracias a la ayuda de Dios, los musulmanes alcanzaron la victoria ante un ejército tres veces superior en número y mucho mejor armado.
125. [Dijeron:] “¡Sí!” Y si son pacientes y tienen temor de Dios, cuando intenten atacarlos sorpresivamente, su Señor los fortalecerá con cinco mil ángeles con distintivos.
133. Y apresúrense a buscar el perdón de su Señor y un Paraíso tan vasto como los cielos y la Tierra, que ha sido reservado para los que tienen consciencia de Dios [y cumplen la ley],
134. [que son] aquellos que hacen caridad, tanto en momentos de holgura como de estrechez, controlan su enojo y perdonan a las personas, y Dios ama a los que hacen el bien.
135. Aquellos que al cometer una obscenidad o injusticia invocan a Dios pidiendo perdón por sus pecados, porque saben que solo Dios perdona los pecados, y no reinciden a sabiendas.
136. Su recompensa será el perdón de su Señor y jardines por donde corren ríos, en los que estarán eternamente. ¡Qué hermosa es la recompensa de quienes obran correctamente!
140. Si sufren heridas, sepan que ellos también han sufrido heridas. Se alterna el triunfo y la derrota entre las personas para que Dios ponga a prueba a los creyentes y honre a algunos de ellos con la muerte dando testimonio [de su fe]. Dios no ama a los opresores.
144. Mujámmad es un Mensajero a quien precedieron otros. ¿Si muriera o le dieran muerte, volverían al paganismo? Quien regrese al paganismo no perjudica a Dios. Dios retribuirá generosamente a los agradecidos.
145. Ningún ser puede morir excepto por el designio de Dios, que se encuentra escrito con anterioridad. A quien desee el provecho de esta vida mundanal, le concederé parte de ello; pero quien quiera la recompensa de la otra vida, se la otorgaré. Así recompensaré a los agradecidos.
146. ¡Cuántos Profetas han tenido que combatir junto a multitudes de seguidores devotos! No perdieron la fe por los reveses en la causa de Dios, no flaquearon ni se sometieron al enemigo. Dios ama a los perseverantes.
147. No pronunciaban otras palabras más que: “¡Señor nuestro! Perdona nuestros pecados y nuestros excesos. Afirma nuestros pasos y concédenos el triunfo sobre los que rechazan la verdad”.
151. Infundiremos miedo en el corazón de los que rechazan la verdad por haber dedicado actos de adoración a otros además de Dios, sin fundamento lógico ni evidencia revelada. Su morada será el Fuego. ¡Qué pésima será la morada de los opresores!
152. Dios cumplió Su promesa cuando, con Su anuencia, vencían [en la batalla de Uhud]. Pero flaquearon y cuestionaron las órdenes, cayendo en la desobediencia. Entre ustedes hubo quienes anhelaron los bienes materiales de esta vida, pero otros anhelaron la recompensa de la otra vida. Entonces Dios los probó con la derrota, pero los perdonó, porque Dios concede Su favor a los creyentes.
153. Y [recuerden] cuando huían sin reparar en nadie y el Mensajero los convocaba a sus espaldas, pero no lo obedecieron. Entonces, Dios los afligió con una tribulación[1] para que no se lamentaran por lo que habían perdido [del botín] ni padecido [la derrota]. Dios está bien informado de lo que hacen.
[1] El rumor de que el Profeta Mujámmad r había muerto durante el combate.
154. Luego de pasada la tribulación, Dios hizo descender sobre ustedes una seguridad y los envolvió en un sueño. Mientras tanto, otro grupo estaba preocupado tan solo por su suerte y pensaban equivocadamente acerca de Dios, a la manera de los paganos, diciendo: “¿Acaso obtuvimos lo que se nos prometió?” Diles: “Todo asunto depende de Dios”. Ellos ocultan en sus corazones [la incredulidad] que no te manifiestan. Dicen: “Si nos hubieran consultado, no habría muertos aquí”. Respóndeles: “Aunque hubieran permanecido en sus hogares, la muerte habría sorprendido en sus lechos a aquellos para los que estaba decretada”. Dios quiso probarlos para evidenciar sus verdaderos sentimientos y purificar sus corazones. Dios bien sabe lo que encierran los pechos.
155. Los que huyeron el día que se enfrentaron los dos ejércitos, fue porque el demonio los sedujo a causa de sus pecados. Pero Dios los perdonó, porque Dios es Perdonador, Indulgente.
156. ¡Oh, creyentes! No sean como los que niegan la verdad y dicen de sus hermanos cuando éstos salen de viaje o en una expedición militar [y mueren]: “Si se hubieran quedado no habrían muerto ni caído en batalla”, porque Dios hará que eso sea una angustia en sus corazones. Dios es Quien da la vida y la muerte. Dios ve todo lo que hacen.
159. [¡Oh, Mujámmad!] Por misericordia de Dios eres compasivo con ellos. Si hubieras sido rudo y de corazón duro se habrían alejado de ti; perdónalos, pide perdón por ellos, y consulta con ellos los asuntos [de interés público][1]. Pero cuando hayas tomado una decisión encomiéndate a Dios, porque Dios ama a los que se encomiendan a Él[2].
[1] Pedir la guía de Dios y el consejo a la gente sobre un asunto lícito es recomendable. No se arrepiente quien pide la guía a Dios o un consejo a la gente. Sobre pedir guía y consejo a Dios, el Profeta enseñó una oración para pedir el bien llamada Al-Istijarah. Yabir dijo: “El Profeta r solía enseñarnos a consultar a Dios en todos los asuntos y situaciones, tanto como nos enseñaba un capítulo del Corán, y decía: ‘Si a alguno de ustedes lo aqueja algún asunto, que realice una oración voluntaria, fuera de las oraciones obligatorias, y luego diga: ¡Oh, Dios! Te consulto por Tu sabiduría, recurro a Ti por Tu poder y Te pido de Tu generosidad infinita; Tú eres, en efecto, capaz y yo no lo soy; Tú sabes y yo no sé. Tú eres el Conocedor de lo Oculto. ¡Oh, Dios! Si Tú sabes que este asunto… es bueno para mí en mi religión y mi vida presente y futura, destínamelo, facilítamelo y bendícelo para mí; pero si sabes que este asunto es un mal para mí en mi religión y mi vida presente y futura, aléjalo de mí y aléjame de él. Destíname el bien donde se encuentre, y luego haz que yo esté complacido de él”. Registrado por Al-Bujari. [2] La confianza en Dios es hacer el corazón dependiente de Él para conseguir lo que anhela y evitar lo que detesta. La confianza en Dios no prohíbe utilizar los medios materiales que Dios nos ha proporcionado para conseguir ese objetivo. No depositar la confianza en Dios implica una enfermedad en el monoteísmo; mientras que no utilizar los medios materiales disponibles implica falta de visión y contacto con la realidad. El momento indicado para este acto es antes de realizar una obra, y su fruto es la certeza. Existen tres tipos de confianza: 1) la obligatoria, que es la confianza en Dios, anhelando solo de Él la ayuda. 2) La permitida, que es confiar en que alguien hará algo por ti dentro de sus capacidades. 3) La prohibida, que es de dos tipos, (a) el politeísmo mayor, que es confiar totalmente en las causas y efectos, creyendo que las cosas suceden de manera independiente a la voluntad de Dios para traer beneficios o provocar daños; (b) el politeísmo menor, que es confiar en que una persona puede proveer el sustento, aunque no cree que lo hace de manera independiente a la voluntad de Dios, sino a través de un acto sobrenatural.
160. Si Dios los auxilia nadie podrá vencerlos. Pero si los abandona, ¿quién podrá auxiliarlos contra Su voluntad? Que a Dios se encomienden los creyentes.
161. No es concebible que un Profeta pueda cometer fraude. Quien robe del dinero público cargará con ello el Día de la Resurrección. Todos serán retribuidos según sus obras y no serán tratados injustamente.
164. Dios ha dado Su favor a los creyentes al enviarles un Mensajero de entre ellos mismos que les recita Sus versículos, los purifica y les enseña el Corán y la sabiduría [de la Sunnah]. Porque antes se encontraban en un claro extravío.
165. Ahora que les sobrevino una desgracia, y a pesar de haber causado a sus enemigos el doble [en la batalla de Báder], se preguntan a sí mismos: “¿Por qué fuimos vencidos?” Diles: “Por su comportamiento”. Dios es sobre toda cosa Poderoso.
166. Recuerden lo que les aconteció el día que se enfrentaron los dos ejércitos por voluntad de Dios, para distinguir quiénes eran los verdaderos creyentes
167. y quiénes los hipócritas, a quienes se les dijo: “Combatan por la causa de Dios o al menos defiéndanse”. Respondieron [mintiendo]: “Si hubiéramos sabido que habría combate, los hubiéramos seguido”. Ese día estuvieron más cerca de la incredulidad que de la fe, porque manifestaban con sus bocas lo que no había en sus corazones. Pero Dios bien sabe lo que ellos ocultaban.
168. Quienes se ausentaron dijeron a sus hermanos: “Si nos hubieran escuchado, no habrían muerto”. Diles: “Si es verdad lo que dicen, háganse inmunes a la muerte.
169. Pero no crean que quienes han caído defendiendo la causa de Dios están realmente muertos. Por el contrario, están vivos y colmados de gracias junto a su Señor.
170. Se regocijan por las gracias que Dios les ha concedido y están felices por la recompensa que recibirán quienes todavía no se les han unido, y no han de sentir temor ni tristeza .
172. Quienes acudieron al llamado de Dios y Su Mensajero a pesar de sus heridas [y dificultades], con obediencia y temor a Dios, obtendrán una recompensa magnífica .
173. A ellos les fue dicho: “Los enemigos se han agrupado contra ustedes, no podrán con ellos”. Pero esto solo les aumentó la fe y dijeron: “Dios es suficiente[1] para nosotros, porque Él es el mejor protector”,
[1] Dijo el sabio Ibn Al-Qaiim: “Dios es suficiente para quien se encomienda a Él, y Le basta a quien vuelve hacia Él. Él es Quien concede seguridad y paz al temeroso, y protege a quien se lo pide; a todo aquel que solicite Su socorro, Su ayuda, abandonándose a Él, Dios habrá de protegerlo, cuidarlo y darle una salida”.
175. Así [es la estrategia del] demonio, que intenta atemorizar a quienes lo siguen. Pero no le teman a él, sino que témanme a Mí, si son verdaderamente creyentes[1].
[1] El temor reverencial es un acto de adoración y, por consiguiente, debe ser dedicado y entregado solamente a Dios. El temor puede dividirse en dos clases: 1. El temor reverencial que se experimenta por otro que no sea Dios, ya sea un ídolo o un Tagut, temiendo que éste cause algún perjuicio. Esto es lo que muestran los que adoran tumbas u otros ídolos, les temen y atemorizan a los monoteístas que los invitan a la adoración sincera de Dios único. Una expresión de esto es cuando una persona abandona aquello que le es obligatorio por temor a alguien, lo que muestra la imperfección de su monoteísmo (Tawhid). Dice un hadiz: “Dios ha de decirle al siervo en el Día de la Resurrección: ‘¿Qué te impidió, al ver un acto reprobable, intentar corregirlo?’ Contestará: ‘¡Oh Señor! Temí la reprobación de la gente’. Dirá: ‘Yo tenía más derecho a ser temido’ ”. Registrado por Ahmad. 2. El temor natural o normal que se experimenta ante el enemigo o un animal salvaje; esta clase de temor no es reprochable. Dijo Dios: “Presuroso, Moisés se alejó de la ciudad con temor y cautela”. (Corán 28:21)
176. Que no te cause tristeza ver a quienes se precipitan a negar la verdad, porque no perjudican a Dios. Es voluntad de Dios que en la otra vida no obtengan bendición alguna, y sí tengan un castigo terrible.
178. Que no piensen los que niegan la verdad que la tolerancia de permitirles seguir con vida significa un bien para ellos. Por el contrario, es para que aumenten sus pecados y luego sufran un castigo humillante.
179. No es propio de la sabiduría de Dios dejar a los creyentes en la situación en que se encuentran sin distinguir al perverso [hipócrita] del virtuoso [creyente]. Ni es propio de la sabiduría de Dios revelarles el conocimiento oculto [de quiénes son los hipócritas]. Dios elige entre Sus Mensajeros a quien Le place [para revelárselo], así que crean en Dios y Sus Mensajeros, porque si creen y obran rectamente obtendrán una magnífica recompensa.
180. Los que no pagan el zakat de lo que Allah les ha concedido, que no crean que es bueno para ellos lo que retuvieron. Por el contrario, es malo. El Día del Juicio Final llevarán colgando de su cuello aquello a lo que con tanta avaricia se aferraron. A Dios pertenece la herencia de cuanto hay en los cielos y la Tierra. Dios está bien informado de lo que hacen.
181. Dios ha oído las palabras de quienes dijeron: “Dios es pobre, mientras que nosotros somos ricos”. Registraremos lo que dijeron y también que hayan matado injustamente a los Profetas. Y les diré: “Sufran el castigo del fuego del Infierno”.
183. Ellos mismos son los que dijeron: “Dios pactó con nosotros que no creyéramos en ningún Mensajero hasta que nos trajera una ofrenda que el fuego consumiera”. Diles: “Antes de mí, otros Mensajeros se les presentaron con las pruebas claras y todas sus exigencias; ¿por qué los mataron entonces, si es cierto lo que dicen?”
184. Si te desmienten, también fueron desmentidos anteriormente otros Mensajeros, a pesar de haber traído pruebas claras, Escrituras y Libros Luminosos.
185. Todo ser probará el sabor de la muerte, y cada uno recibirá su recompensa íntegra el Día de la Resurrección. Quien sea salvado del Fuego e ingresado al Paraíso habrá realmente triunfado, porque la vida mundanal es solo un placer ilusorio.
186. Van a ser probados en sus bienes materiales y en sus personas. Oirán ofensas de aquellos que han recibido el Libro antes que ustedes y de los idólatras. Pero tengan paciencia, temor de Dios, y sepan que esto requiere entereza.
187. [Sabe que] Dios celebró este pacto con la Gente del Libro: “Deberán explicar el Libro claramente a la gente y jamás ocultarlo”. Pero traicionaron el pacto y lo vendieron por vil precio. ¡Qué mal actuaron!
191. que invocan a Dios de pie, sentados o recostados, que meditan[1] en la creación de los cielos y la Tierra, y dicen: “¡Señor nuestro! No has creado todo esto sin un sentido. ¡Glorificado seas! Presérvanos del castigo del Fuego.
[1] Éstas son las personas que se benefician de las señales del universo, porque no se detienen en el límite de los parámetros físicos que pueden ver; sino que ven más allá, ven el poder que creó el universo y lo hace funcionar. Ellos usan sus ojos, oídos e intelecto y siguen la guía de los versículos del Corán, los cuales ayudan a que los ojos, los oídos y el intelecto adquieran el estado más sublime que un ser humano puede alcanzar: la certeza en la fe.
193. ¡Señor nuestro! Hemos oído a quien convocaba a la fe, diciendo: ‘Crean en su Señor’, y creímos. ¡Señor nuestro! Perdona nuestros pecados, borra nuestras malas acciones y, al morir, reúnenos con los piadosos.
194. ¡Señor nuestro! Concédenos lo que has prometido a través de Tus Mensajeros y no nos humilles el Día de la Resurrección. Tú no faltas a Tu promesa”.
195. Su Señor les respondió sus súplicas diciendo: “No dejaré de recompensar ninguna de sus obras, sean hombres o mujeres, descienden el uno del otro. A los que emigraron, fueron expulsados de sus hogares, padecieron dificultades por Mi causa, lucharon y cayeron, les perdonaré sus faltas y los introduciré en jardines por donde corren ríos”. Ésta es la recompensa que Dios les concederá. Dios posee la más hermosa recompensa.
198. En cambio, quienes hayan tenido temor de su Señor vivirán eternamente en jardines por donde corren ríos, es la acogida que Dios les ha preparado. Lo que Dios tiene reservado para los virtuosos es superior al éxito de los incrédulos en esta vida.
199. Entre la Gente del Libro hay quienes creen en Dios y en lo que ha sido revelado a ustedes y a ellos. Son humildes ante Dios, y no venden la palabra de Dios a vil precio. Ellos serán recompensados por su Señor. Dios es rápido en ajustar cuentas.
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